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Brazaletes para contener los feminicidios
Este martes 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional Contra la Violencia y Explotación de la Mujer. La fecha es idónea para que la sociedad junto a sus autoridades hagan un paréntesis y se decidan a elaborar políticas más certeras que impidan el asesinato de cientos de mujeres, que cada año caen víctimas de la violencia de hombres malévolos. Las cifras de mujeres ultimadas por sus ex parejas en nuestro país son alarmantes. Según algunos cálculos, en la República Dominicana eliminan un promedio de 200 mujeres por año. Pero el feminicidio no solo genera víctimas directas, sino que familias enteras quedan mutiladas física y sicológicamente, principalmente la niñez, lo que eleva las cifras de perjudicados y perjudicadas por estas acciones ignominiosas. Las estadísticas de feminicidios obligan a una profunda reflexión de las medidas tomadas. Las autoridades deben radicalizar las medidas preventivas que persigan al sospechoso y que al mismo tiempo garanticen la integridad de las mujeres bajo amenaza de muerte. La mayor cantidad de mujeres muertas de manera violenta han ocurrido en la provincia Santo Domingo, con un 25.79 por ciento, luego está Santiago con 9.56 por ciento de los hechos sangrientos en donde caen féminas ultimadas, después le sigue el Distrito Nacional con 9.18 por ciento, seguida de San Cristóbal con 5.41 por ciento. Ante esta abominable realidad considero que como una medida de prevención de los feminicidios, tanto la Policía Nacional como el Ministerio Público deben ponderar la utilidad de colocarles brazaletes con un GPS integrado, a hombres que han sido denunciados por sus víctimas por violentos. Este brazalete permitiría darle seguimiento a los monstruos que se dedican a golpear y masacrar a las mujeres. Muchos hombres regularmente tienen impedimento de acercamiento a sus ex parejas, pero estos no hacen caso de la barrera, y se les acercan a las amenazadas, poniendo en peligro las vidas de las féminas. Este artefacto vendría a remediar esa flagrante violación. El sistema 911, que tan eficientemente viene haciendo un trabajo en aras de la prevención del crimen, podría encargársele monitorear a los tipos que se les instalen los brazaletes. Estoy seguro de que con este sistema colocado a hombres violentos los feminicidios disminuirían significativamente. Claro está, la colocación de un brazalete a cualquier individuo debe ser decidida por un juez o jueza, ya que indiscutiblemente la imposición de este aparato le crearía un estigma ante la sociedad al sospechoso de violencia contra la mujer. En ningún momento podemos pensar que la colocación del brazalete a un sospechoso de violencia contra la mujer acabaría con los feminicidios, ya que este problema viene por un conjunto de situaciones, en donde la educación machista juega un papel de primer orden en este mal criminal. Pero sí disminuiría la situación de mujeres al borde de la muerte. Otros países con igual problema de violencia hacia la mujer han comenzado a aplicar esta medida. Iniciémoslo pues, que con esta y otras medidas aplicadas de manera integral, lograremos vencer la conducta homicida de hombres malignos.