BRASIL: Escándalo por golosinas del avión presidencial

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Una mujer levanta una pancarta que dice en portugués "Nunca Temer" en protesta contra el gobierno interino de Michel Temer en mayo de 2016. Desde su inicio, el mandatario enfrenta retos que amenazan su posible permanencia en el poder.

Un nuevo escándalo envuelve al combatido presidente de Brasil, Michel Temer, al revelarse que encargó alimentos exclusivos valorados en 400.000 dólares para los vuelos oficiales previstos para 2017.

Entre los alimentos encargados estaban 500 envases de helados Haagen-Dazs y 1.500 kilos de torta de chocolate.

La indignación por la ostentosa lista de mercado publicada el 27 de diciembre es general si se considera la recesión en la que está sumida la nación, y ha puesto al débil gobierno de Temer a la defensiva.

Pese a que la orden de compra de los alimentos fue cancelada horas después de conocerse la lista debido a la reacción ciudadana, el escándalo se agrega a una serie de errores del mandatario en los últimos meses.

En noviembre, por ejemplo, Temer no acudió a consolar a las víctimas del accidente de aviación en el que murió gran parte del equipo de fútbol brasileño Chapecoense y debatió por días si debía asistir a la ceremonia en honor de las víctimas.

El escándalo de corrupción en Petrobras no ha hecho más que crecer y en los próximos meses se prevé que salgan a la luz detalles de declaraciones de culpabilidad a cambio de indulgencia de directivos presentes y pasados de la constructora Odebrecht una de las empresas involucradas.

Se cree que importantes ministros y hasta el mismo presidente podrían resultar implicados.

La tasa de aprobación del gobernante que llegó al poder en mayo de 2016 tras el juicio político que destituyó a su antecesora Dilma Rousseff ha caído en 10 puntos porcentuales, debilitando su posición para combatir las denuncias de corrupción que podrían sacarlo del poder.

El Congreso podría designar un nuevo presidente para el resto del período que finaliza en 2018 o convocar a nuevas elecciones. Temer ha prometido “apelar, apelar y nuevamente apelar” para mantenerse en el cargo, pero los analistas dicen que podría verse obligado a renunciar.

Pero el fracaso del gobernante en conectarse con los ciudadanos es otro punto en su contra. De entrada al asumir el poder nombró un gabinete formado mayormente por hombres blancos, en un país donde más de la mitad de la población se identifica como de raza mixta o afrobrasileña, y a este punto, seis de esos ministros han renunciado por acusaciones de corrupción.

La única esperanza de salvación para Temer es una recuperación económica basada en reducir la inflación y restaurar la confianza empresarial. Y aunque ha registrado algunas victorias, éstas reducen los subsidios de los brasileños de bajos ingresos, lo cual se agrega a la impopularidad del presidente, que ahora enfrenta la debacle del helado, que venía acompañada de otras exquisiteces como sándwiches, quesos provolone, brie y mozzarella, y 120 frascos de Nutella.

El columnista del diario Globo, Luis Fernando Verissimo, describió en un párrafo la razón de la indignación brasileña por el nuevo escándalo del gobierno de Temer. «El estar a punto de comprar Haagen-Dazs cuando todo el mundo se ajusta el cinturón es simbólico de un nivel de insensibilidad que también es infantil, en el sentido de que los niños no tienen sentido de los límites».

of-am

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