Barbas en remojo

 

En menos de lo que pestaña un pollo, el presidente Danilo Medina requirió un informe definitivo sobre el puerto de Manzanillo, emplazó a una comisión oficial a entregarle en 15 días los diseños de todos los proyectos prometidos para la zona fronteriza y reclamó a constructores de viviendas en Ciudad Juan Bosch a acelerar las obras o transferirlas a otros promotores interesados en  concluirlas.

Todos esos requerimientos coinciden con el momento de intensidad en  el debate sobre primarias abiertas o cerradas, en los que se involucran  funcionarios y dirigentes del partido oficial, lo que indica claramente que  el Presidente no quiere que  ningún tipo de distracción atrase el cronograma de su Gobierno.

En esta misma semana, el Presidente  emitió un decreto que otorga poder al ministro de Hacienda para contratar un financiamiento con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), por US$249.6 millones, para la construcción de la Prensa de Monte Grande, obra estratégica y de largo plazo para  el desarrollo del suroeste.

No hay que ser un mago para entender el  interés del presidente  por evitar que la discusión intrapartidaria alrededor de la Ley de Partidos y una muy adelantada campana electoral   afecte la celeridad o  alto nivel de trabajo que debe ofrecer y expresar su Gabinete.

En los escritorios de algunos funcionarios se amontonan papeles y promesas bajo la excusa de que  promueven iniciativas políticas o proselitistas que son de interés  del jefe de Estado, pero resulta que en un abrir y cerrar de ojos, el presidente Medina reclamó acelerar proyectos del Puerto de Manzanillo, la frontera y Ciudad Juan Bosch.

Ha hecho bien, el licenciado Francisco Domínguez Brito, en  renunciar a su condición de Ministro de Medio Ambiente, para  iniciar carrera por la  candidatura presidencial del PLD, porque no es posible mezclar una función pública con tales aspiraciones personales.

Es claro que el Presidente Medina dirige o está al tanto de todos los planteamientos o  acciones políticas que encaminan seguidores dentro y fuera del PLD, pero quiero ha enviado  un claro mensaje a sus funcionarios de que no tolerará que  descuiden sus responsabilidades en el Gobierno con el pretexto de que dedican todo el tiempo a  combatir en las trincheras del danilismo.

Mansos y cimarrones  tienen que entender que el Danilo Medina es un estadista, muy consciente del rol que desempeña en tan trascendente momento de la historia  dominicana, por lo que sería una temeridad pretender involucrarlo en asuntos coyunturales o de naturaleza selvática.

El mejor consejo  se le puede dispensar a los miembros del Gabinete y a otros altos funcionarios  es que  escuchen y acojan  como suyos los emplazamientos hechos por el Presidente sobre Manzanillo, la frontera y Ciudad Juan Bosch, que imiten al Presidente en trabajar intensamente o, simplemente, que se aparten del camino.

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aalinareyes
aalinareyes
5 Años hace

Y cuando nos va a exponer acerca de los casos de corrupcion del gobierno?