OPINION: Bajos salarios

El primer americano galardonado con el Premio Nobel de Economía, profesor Paul A. Samuelson en su libro Economía (1996, pág. No. 224) externa lo siguiente: “Los trabajadores son algo más que factores de producción abstractos. Son personas que tienen familia, deseos y necesidades, además de proporcionar trabajo a la economia”.

Decía también el laureado economista que “por esa razón es por lo que existe preocupación debido a la calidad de los puestos de trabajo y su cantidad, por la que la tasa de desempleo es un motivo fundamental de preocupación de la sociedad y por la que el mercado de trabajo es una fuente constante de controversias, conflictos sociales y agitación política”.

De ahí que el señor Samuelson señalara en su obra “Economía” que los Siglos ante pasado y pasado se escenificaron duras batallas entre el trabajo y el capital por los salarios, las condiciones de trabajo y el derecho a sindicarse.

Actualmente los trabajadores luchan por tener un buen puesto de trabajo y una remuneración equitativa.

El señor Gobernador del Banco Central de la República Dominicana entre otros funcionarios del actual gobierno, sindicalistas, economistas y público en general abogan por que se aumenten los salarios a los trabajadores con lo que se dinamizaría la economía y se honraría el supuesto crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto (PIB) que cada año se publica con bombos y platillos pero el que no se conoce ni se siente en los bolsillos de las personas trabajadoras.

Proponen que ese bienestar o bonanza del cual hace alarde la nación dominicana año tras año se derrame sobre la población más vulnerable, la que requiere de un poco más de poder adquisitivo para por lo menos equiparar los ingresos con el costo de la canasta básica que oscila entre RD$22,000.00 a RD$26,000.00 a manera de que por lo menos quedar en el punto de equilibrio, donde ni se gana ni se pierde.

A pesar de esas opiniones y no obstante conocerse la verdadera situación de precariedad por la cual atraviesan los trabajadores dominicanos que a duras penas pueden llegar a sus  centros de trabajos a cumplir con sus deberes se le sigue dando largas  a los necesarios ajustes salariales.

De nuevo los representativos de los empleadores se empecinan en que para que pueda hacerse un ajuste del salario mínimo del sector no sectorizado se requiere que se reclasifiquen las empresas en: pequeñas, medianas y grandes.

La propuesta de los trabajadores hecha a través de los sindicalistas que los representan ante el Comité Nacional de Salarios con asiento en el Ministerio de Trabajo señala un aumento salarial de un 30%.

Estudios realizados plantean la necesidad de que se ajusten los salarios de manera urgente para que estos recuperen su poder adquisitivo.

No obstante el gran dinamismo que exhiben los principales sectores de la economía dominicana no existe la voluntad empresarial que se sensibilice ante las tantas necesidades insatisfechas que padecen los trabajadores.

Hoy muchos jóvenes profesionales que se encuentran excluidos del proceso productivo del país debido a que los salarios que se les ofrece no alcanzan para cumplir con el presupuesto familiar a parte de que los empleos existentes son de muy baja calidad.

Es inaceptable que se exhiba un crecimiento macroeconómico solo para decir que el país es el líder en la región en cuanto a estabilidad económica cuando los trabajadores a traviesan por una situación paupérrima. Es lo mismo decir que un hogar familiar tiene altos ingresos y ahorros cuando sus miembros no tienen buena alimentación y su salud se deteriora.

¿Para que presentar una situación económica de bonanzas cuando se sabe que el ser humano no es eterno. ¿Qué se gana con tener altas reservas internacionales y menores déficits presupuestal y de balanza de pagos cuando los trabajadores languidecen en el tiempo.

Con cifras atractivas estáticas no se come ni se preserva la salud por lo que es preciso de que ese bienestar se distribuya en los habitantes. ¿Para qué guardar en exceso cuando hoy se necesita el dinero y más aún al saberse que el dinero tiene un valor en tiempo.

Expresaba Jhon Maynard Keynes que en el largo plazo todos los seres vivos estarán muertos, entonces ¿porque no aprovechar el presente con mejores ingresos para satisfacer las necesidades insatisfechas y poder preservar la salud al tiempo de impulsar la producción y el consumo del país?

El informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) más reciente confirma que en el mediano plazo el mundo estará afectado por una inflación más alta producto de las subidas de las tasas de interés en los Estados Unidos y un aumento de las materias primas incluyendo el petróleo por lo que el costo de la vida se disparará.

Entonces ¿porque no disponer de un aumento salarial para compensar la pérdida por años del poder de compra de los salarios de los trabajadores?

El FMI también expresa en su último informe que: “Los beneficios de un mayor crecimiento se han distribuido de manera desigual…”.

El esgrimir argumentos baladíes en estos momentos no son más que tácticas dilatorias para no realizar los ajustes justificados de los salarios de los más desposeídos.

Está bueno ya de que se continúen aplicando subterfugios para no ajustar o indexar los salarios a la luz de la realidad económica y financiera que vive la República Dominicana.

Felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
0 Comments
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios