Así no señores diputados
Cuando los miembros de los cuerpos armados reciben órdenes superiores, su deber es sencillamente cumplir con el mandato recibido.
Es normal que, junto a la disposición de hacer tal o cual cosa en particular, los encargados de impartir las instrucciones, establezcan ciertos parámetros en los que se aplica la discrecionalidad de los que están encargados de ejecutar lo dispuesto.
Es por eso que muchas veces a ciertas infracciones de la Ley se les de lo que conocemos como un chance.
Quien en este país no ha recibido una oportunidad de parte de un AMET o de los policías de tránsito de antes?.
Eso es lo más normal del mundo.
Ahora bien, cuando hay una orden precisa de que no se permita tal o cual cosa, los militares y policías se ven precisados a ser firmes en las exigencias de cumplimiento por parte de la población y a nadie les pueden permitir infringir lo que se les ha responsabilizado.
Aquí tenemos a grupos de personas opuestas al Gobierno que están buscando la manera de quebrantar el ordenamiento constitucional del país y se aprovechan de cualquier oportunidad para crear situaciones conflictivas que se merezcan una acción precisa y fuerte de parte de los organismos de seguridad del Estado y la Policía Nacional.
Lo malo del caso es, que ciudadanos comunes y corrientes que tienen verdaderos sentimientos y deseos de que las cosas estén mejores, en cuanto al manejo adecuado de los recursos públicos, se dejen tomar como balas de cañón y formen parte del desorden al que nos quieren llevar.
Pero mucho peor es, que, personas que se podrían considerar inteligentes, se conviertan en los principales promotores del desorden y la anarquía y pretendan, sustentados en su poder económico o político, ser los que lleven la voz cantante y tomen la primera piedra para lanzarla en contra de la tranquilidad de la que hoy disfrutamos y que tantos sacrificios nos ha costado.
La acción perpetrada por un grupo de Diputados de la oposición, en los frentes de la Procuraduría General de la República, es una demostración clara y fehaciente del poco criterio de la autoridad que tienen los involucrados en la misma, los cuales pensaron que, primero porque son Diputados y, segundo porque iban vestidos con sacos y corbatas, podrían pasarles por encima a los militares y policías que habían recibido la precisa disposición de que no se dejara entrar a nadie al edificio.
Todo ciudadano consciente que haya visto el video que presenta lo sucedido, se habrá dado cuenta de que la violenta acción encabezada por un legislador del Partido Reformista Social Cristiano, tenía que ser respondida, primero como autodefensa de los oficiales actuantes y segundo para cumplir con lo que se les había ordenado, de que no dejaran pasar a ninguna persona.
Es una pena que esos honorables miembros de uno de los Poderes de Estado les den tan mal ejemplo al resto de la población y se hayan convertido en los auspiciadores de una situación que pudo terminar en desgracia y que no pasó de unos cuantos empujones, gracias a la profesionalidad con la que actuaron los encargados de controlar el lugar.
Los que les dieron el voto a esos distinguidos ciudadanos que hoy ocupan curules en una de las Cámaras, deberán pensarlo muy bien en el futuro, para no volver a tener tan malos e iracundos representantes.
Es inconcebible que esos encargados de crear las leyes por las que debemos regirnos, se hayan convertido en los principales violadores del orden público.
Esa acción debe ser repudiada por todos los que queremos continuar disfrutando del clima de paz y tranquilidad que hoy disfrutamos.
El Gobierno tiene que tener manos firmes y, bajo ninguna circunstancia, permitir que un grupito de opositores atenten contra la nación.
Es momento de tomar acción y poner a cada quien en su lugar.
Todo el que pretenda intranquilizar la población cometiendo actos reñidos por la Ley, sea quien sea y llámese como se llame, debe ser sometido a la obediencia y, de ser necesario, a la justicia.
El país debe estar por encima de todo y son las instituciones las que tiene que actuar en base a lo que establece la Ley.
Los argumentos de lucha contra la corrupción en la que se basan los que quieren desestabilizar el país, tienen que tener una respuesta contundente de parte de la Justicia y aplicarles todo el peso de la Ley a quienes se encuentren culpables de acciones ilegales, si los hubiere, y de haber actuado en contra de los intereses del Estado.
Lo que no se puede permitir, bajo ninguna circunstancia, es que nadie, absolutamente nadie, se considere que pueda hacer lo que le antoje y pasarle por encima al orden establecido.
Por las buenas y cumpliendo con la Ley, todo es posible, pero por las malas nunca.
Así no señores Diputados
jpm