Arabia e Irán, dos viejos enemigos, buscan unir fuerzas frente a la yihad
AUSTRIA(EFE)Dos viejos enemigos se sientan frente a frente en la mesa de negociaciones. Irán, máximo valedor del régimen de Bashar al Assad y Arabia Saudí, principal protectora de la oposición suní armada, se ven por vez primera cara a cara de forma oficial con el fin de intentar alcanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra de Siria.
Los enviados de Teherán y Riad forman parte de la conferencia de paz de Viena en la que también estarán presentes dos históricos adversarios, como Estados Unidos y Rusia, además de Irak, Turquía, Líbano, Qatar, la Unión Europea y Egipto, entre otros, con el objetivo de formar un frente común contra el enemigo común: los yihadistas de Estado Islámico (EI).
Tres meses después de firmar el acuerdo nuclear, los iraníes regresan a Viena por la puerta grande, invitados por Estados Unidos y convertidos en posible «parte de la solución», según el deseo expresado por el departamento de Estado norteamericano, y no en un «obstáculo para la paz», como considera la oposición política siria en el extranjero. La Coalición Nacional Siria, el principal bloque político opositor a la dictadura de Al Assad, ha asegurado que ni siquiera ha recibido la invitación para asistir a las conversaciones, una muestra de que el plan inicial de Occidente y los países del Golfo de crear una oposición en el exilio no ha funcionado. Lo mismo ha ocurrido con los «rebeldes moderados» que EE.UU. intentó implantar sobre el terreno.
Nada más llegar a Viena el secretario de estado estadounidense, John Kerry, se reunió con con su homólogo iraní, Javad Zarif, en un encuentro previo al inicio de las conversaciones multilaterales.
El consejero del Departamento de Estado, Tom Shannon, informó de que Estados Unidos «piensa que ya es hora de reunir a todo el mundo», al tiempo que insistió en que durante esta cumbre pretende discernir «si es real el compromiso público» que Irán y Rusia han asumido para luchar contra el terrorismo y los yihadistas de Estado Islámico.
La cumbre de Viena llega después de más de un año de bombardeos de la coalición que lidera Estados Unidos contra el EI y la reciente entrada en combate de los aviones, barcos y asesores militares rusos en apoyo del Ejército sirio, que le han permitido avanzar sobre la ciudad de Alepo.
No obstante, pese a la intervención armada internacional, el «califato» yihadista mantiene su bastión en la ciudad de Raqqa, amplía su zona de acción en torno a la histórica Palmira, 200 kilómetros al norte de Damasco, y controla la frontera con Irak.
La población siria ha perdido la esperanza y más de cuatro millones ya han buscado refugio en el extranjero, otros 6,5 millones se han visto obligados a desplazarse en el interior y conforme se intensifica la campaña de las tropas del régimen con apoyo ruso, crece el número de civiles que abandona el país o se desplazan a otra ciudad en busca de seguridad.