Apuntes históricos sobre el turismo dominicano
POR BOLIVAR TRONCOSO MORALES
El turismo es la actividad económica, social y cultural que tiene por finalidad ofertar servicios de viajes, transporte, alojamiento, alimentos y bebidas, recreación y actividades complementarias como casinos, fiestas, artesanía, museos, folklore, entre otras.
Es el sector de la economía dominicana más importante desde el punto de vista de la generación de divisas al Estado, superando los tres mil millones de dólares en los últimos años.
La isla Española o de Santo Domingo generó interés turístico desde que Cristóbal Colón dio a conocer sus maravillas naturales en el año 1493, al regresar de su primer viaje. El flujo de turistas fue espontáneo desde la época colonial hasta la primera mitad del siglo XX, con mínima influencia en la economía.
Con el desarrollo de la economía de mercado a finales del siglo XIX, fundamentada en la exportación de azúcar, cacao, café y tabaco, el país no solamente recibe grandes contingentes de inmigrantes, sino también compradores que demandaban alojamiento. La acumulación de capitales fue demandando ocio que se manifestó con un flujo turístico interno de la elite comercial y empresarial, especialmente hacia las playas, siendo Sosúa el mejor ejemplo en la costa Norte.
La intervención norteamericana del 1916-24 marcó un importante desarrollo de la industria azucarera, y con ella el incipiente inicio del turismo con la oferta de alojamiento y alimentos y bebidas en los principales centros de negocios del país: Santo Domingo, Puerto Plata, Santiago, San Pedro de Macorís y Sánchez de Samaná.
Cabe citar entre las primeras ofertas del turismo de negocios el hotel y restaurante Fausto de Ernesto Benítez, hotel Presidente de Javier Abraham, ambos en Santo Domingo, y el hotel Mercedes en Santiago.
La dictadura de Trujillo (1930-61) se encarga de construir hoteles de lujo como el Jaragua (principios de los años 40), Hispaniola y Embajador (años 50) en la capital, como también edifica en toda la geografía nacional (playa de Boca Chica, Higüey, Jarabacoa, Constanza, Santiago, Monte Cristi, Sabaneta, Samaná, Barahona, San Juan de , etc.), los que estuvieron al servicio del tirano y su séquito.
La década de los años 1960 y las dos siguientes marcan el inicio del desarrollo del turismo receptivo de sol y playa, con medidas políticas efectivas como la declaración del turismo de alto interés nacional (Decreto 2536-1968); de Turismo que crea de Turismo y lo declara de prioridad nacional en 1969; de Incentivo Turístico o Ley 153 de 1971; la creación, en 1972, mediante 153, de un organismo financiero para el desarrollo de la infraestructura turística, el INFRATUR, adscrito al Banco Central.
La transformación, en 1979, de la Dirección de Turismo en Secretaría de Estado; el establecimiento de oficinas turísticas en los principales mercados emisores de las Américas (EEUU, Puerto Rico, México y América del Sur) y Europa, existiendo hoy dia más de 20, con un objetivo básico de promover el producto turístico nacional; de la política de cielos abiertos, con lo cual no solo se incrementó la participación de líneas aéreas sino también la de los vuelos charter.
El establecimiento de la tarjeta de turista y la anulación del visado a los principales emisores de turistas hacia el país; la participación de los sectores público y privado en las principales ferias y bolsas de comercialización del producto; creación de los polos de desarrollo turístico (en la actualidad son diez); diversificación de la oferta; creación de un fondo mixto para la publicidad y promoción del producto turístico, entre otras.
Finalmente, se han realizado planes de desarrollo turístico, estrategias de marketing, y el mejor éxito de la comercialización del destino turístico dominicano ha sido la modalidad “Todo Incluido”, conviertiéndolo en el destino más barato de Las Antillas y el líder en visitación.
JPM
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