Amar es dar todo
Por KATIUSKA SUAREZ DE VARELA
Amar es dar todo
La verdadera donación es darse por completo, sin restricciones. La gratitud de quien ama no conoce limites para los gestos de amor. Agradece siempre, pero no esperes el reconocimiento de nadie. Gratitud con amor no solo reanima a quien recibe, también reconforta a quien la ofrece.
En nuestra entrega a los demás, es importante saber que no todos están listos para recibir, así que solo ocúpate en dar, no esperemos a cambio la reciprocidad del sentimiento o la entrega, esto nos impide poder ver lo que el otro tiene para darnos, pues nos condicionamos en lo que entendemos debemos recibir.
Aquí les comparto esta historia que me llenó de ternura y me hizo reflexionar en este tema de que “amar es dar todo”. Un relato que nos enseña a agradecer siempre y a no esperar el reconocimiento de los demás. Lo dedico a mis hermanos de comunidad Kairos y todos los que viven para amar y servir.
El collar Turquesa
Un hombre que estaba tras el mostrador, miraba la calle distraídamente. Una pequeña niña de 8 años llegó a la tienda y apretó su naricita contra el vidrio de la vitrina. De pronto, sus ojos de color del cielo brillaron cuando vio aquello que estaba buscando. Pidió ver el collar de turquesa azul.
– Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?, dijo al hombre del mostrador.
El dueño del negocio miro desconfiado a la niña y le preguntó:
– ¿Cuánto dinero tienes?
Sin dudar, ella sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz:
– ¿Eso da?
Eran apenas algunas monedas que ella exhibía con orgullo.
– Sabe, continuó, quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es su cumpleaños y estoy convencida que estará feliz con este collar que es del color de sus ojos.
El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, envolvió con un vistoso papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde.
– Tome -dijo a la niña-. Llévelo con cuidado.
Ella salió feliz corriendo y saltando calle abajo.
Aún no acababa el día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio.
Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho y preguntó:
– ¿Este collar fue comprado aquí?
– Sí señora, respondió el dueño
– ¿Y cuánto costó?
– ¡Ah! El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente.
– La joven continuó: Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero, ¿no? Ella no tenía dinero para pagarlo.
El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la joven diciéndole:
– Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar. ELLA DIO TODO LO QUE TENIA.
Mi querido lector, esa es la verdadera entrega, el verdadero amor. Dar todo de nosotros. Y esto aplica para todos en nuestra vida. Dar siempre lo mejor de nosotros en lo que hacemos. Hacer las cosas de nuestra cotidianidad desde el amor. En nuestros trabajos, en nuestras familias, en la sociedad. Pareciera difícil, pero quizás hoy es un excelente día para comenzar a darlo todo…
@amarloquetengo
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