Alimentos, higiene y salud pública

 

En alegato de que las fuentes de empleo formales son escasas, se ha dejado a la informalidad, la venta y manipulación de alimentos destinados al consumo humano.

No hay control ninguno en la manipulación y expendio de estos alimentos y lo más penoso, tampoco parece tener prioridad el regular esto.

Circulan videos en donde una vendedora ambulante, (sin importar su nacionalidad para estos fines) se frota, o se soba unas frutas, una por una, por sus partes bajas frontales ante de ponerla a la venta.

Otro video, nos alerta mostrando las imágenes y en plena acción, de un grupo lavando botellas plásticas para llenarla de agua, directamente del grifo y luego la empacan para dar la sensación que es agua pura y que ni siquiera se ha sacado de la funda.

Proliferan quinientas mil picas pollos, puestos de comidas rápidas, empanadas o rellenos, cafeterías, colmadones mixtos y otros engendros y vaya usted a ver el lugar de preparación, la manipulación, la cocina, los baños y cualquier otro lugar de esos establecimientos,

En los colmados (bodegas) que se expenden productos al granel, tienen el azúcar arroz y panes a la intemperie y todavía usted pasa por un barrio a primera hora y encuentra en muchos de estos establecimientos el pan colgando de una puerta esperando que el dependiente abra para que lo guarde.

Me pregunto: ¿Existe o no, un protocolo para el expendio y manipulación de alimentos?

Tengo pleno conocimiento de que el artículo 109 de la ley 42-01, acápite 1 (Ley General de salud) establece que le corresponde al Ministerio de Salud Publica ese proceso. Lo que ignoro es si en la práctica se ejecuta. Si existe, todo indica que está cerca de ser una entelequia, pues no se ven los resultados.

La ley vuelve a remarcar la responsabilidad en el artículo 127, que está dentro del Capítulo VIII, sobre alimentos y actividades relacionadas. Lo propio habla el articulo 128 y obliga a que se le hagan exámenes periódicos de saludad a las personas que se dedican a estos menesteres.

Ahora, es mucho pedir, que frente al desorden generalizado, el Estado sólo, pueda regularizar este caos; por lo menos en tiempo prudente y razonable. Es ahí, en donde la población y organismos estatales necesitan y tienen que colaborar.

 Tenemos cientos de médicos desempleados, organismos oficiales subutilizado, miles de estudiantes” inhabilitados”. ¡Qué bien seria, que con un reenfoque adecuado, pudieran   contribuir grandemente a solucionar estos males!

Hace falta organismos (ONG), que se conformen para trabajar estos asuntos por sectores, regiones o pueblos. Estos se encarguen de educar a los que manipulan alimentos, examinar por lo menos físicamente los involucrados, analizar los alimentos a través de los laboratorios que ya existen y otorgar las licencias para el expendio o no.

El Ministerio de Defensa, la Policía Nacional y otros organismos públicos, deberían prestar la colaboración necesaria. Proconsumidor, El Defensor del Pueblo, el Ministerio de Salud Pública por supuesto. y el Ministerio de Educación, deben decir presente con un” Yo soy y aquí estoy”.

Saben algo…, lo que se necesita realmente es disposición, voluntad e indagar sobre las posibilidades.  Le doy un dato.

La Ley 189-11 para el Desarrollo del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso en República Dominicana, no solo estableció el Fideicomiso inmobiliario; también dejo establecidos los Fideicomisos (sin que esto sea limitativo) Culturales, Filantrópicos y Educativos; que se refieren a aquellos sin fines de lucro cuyo objeto sea el mantenimiento y preservación de patrimonios culturales, la promoción y fomento de la educación, o la ejecución de labores filantrópicas. Ahí hay mucho trabajo útil, productivo y absolutamente necesario.

centropersona@hotmai.com

jpm

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