Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Venezuela: Oposición apoya al candidato presidencial González
Desmantelan en Dominicana una mafia falsificación de documentos
Cientos profesores dominicanos exigen aumento salarial y mejoras
Abel resalta desarrollo económico y transformación de Santiago
HAITÍ: Pandillas controlan acceso a la principal terminal petrolera
Abinader dice Código Tributario dominicano debe ser mejorado
Detienen a tres dominicanos acusados masacre en P. Rico
Esta noche es el debate de las candidatas a vicepresidencia RD
Delincuentes desmantelaron cables alumbrado de Malecón
Apuesta de Amed Rosario por los Rays empieza a verse gran idea
Algunas sugerencias al Movimiento Verde
El planeta tierra está cifrado por países enfermizos, henchidos de problemas difíciles de resolver, que si sus actores se dejan dirigir por estrategias que definan el combate a los intereses y a la defensa ecuménica de personas ligadas a los partidos gobernantes, pues, es posible que terminen en la fase de la erradicación.
República Dominicana padece dos enfermedades que datan de tiempos tan antiguos que no tenemos memoria para descubrir cuando fueron situados en la carpeta de lo despreciable, enfermedades denominadas “corrupción e inmigración haitiana”.
“El primer acto de corrupción- según la Biblia -se produce en el jardín de las hespérides cuando Eva tentada por la serpiente corrompe a Adán convenciéndolo de que comiera, como en efecto lo hizo, del fruto del árbol del bien y el mal. Ese primer acto de corrupción estuvo inmediatamente acompañado del castigo y la pena tales fueron el de la expulsión de los infractores del paraíso, y la condena al “varón de ganarse el sustento con el sudor de su frente y a la hembra el de parir con dolor”.
“Haití es un pueblo que siempre nos ha invadido, lo hicieron en los años 1801, 1805, 1822, 1844, 1849, 1855 (Juan Bosch 1983); y ahora que no pueden hacerlo con las armas lo harán empujando a sus nacionales emigrar hacia nuestro país. Esto pudiese afectar seriamente la democracia dominicana, ya que los haitianos aún se encuentran en la etapa más primitiva del hombre, por eso vemos el salvajismo y la destrucción de sus actos”.
Sin temor a lo imperfecto y violatorio de la Ley, El Movimiento Verde sigue marchando en las calles contra la corrupción, tomando como único objeto exigir imperiosamente el fin de la impunidad, refiriéndose a los casos de sobornos patrocinados a través de contratos entre los gobiernos peledeista y perredeista con la Empresa Constructora Norberto Odebrecht, sin tomar en cuenta que este mismo pueblo también espera sean solucionados otros problemas.
El Movimiento Verde no puede permitir que por falta de un plan estratégico, convertido en un proyecto de nación, esta organización social se desgaste, como podría suceder en los meses por venir, a tres años de unas elecciones presidenciales, congresuales y municipales, donde estoy seguro el gobierno tiene la friolera de la economía activada con toda su maquinaria para servir el festín a los votantes.
Además de la corrupción y el soborno, hay otros temas que requieren de solución, porque no es secreto para nadie, cada vez que el pueblo se lanza a las calles, el gobierno tiembla y responde con discursos baladíes, queriendo confundir y hacer creer que su popularidad se mantiene en la cúspide de lo inexorable.
El problema de la inmigración haitiana debe de incluirse en el legajo de reclamos que hace el movimiento. El país está siendo ocupado democráticamente, azuzado por la complicidad entre el gobierno y funcionarios que trafican haitianos desde la frontera para ponerlos al servicio de industriales, empresas constructoras, comerciantes, empresarios agrícolas y ganaderos.
En las obras que ejecuta el gobierno trabajan más nacionales haitianos que dominicanos, una estrategia de los contratistas para invertir menos recursos de los presupuestos asignados a los proyectos de infraestructura. Entonces, ¿Cómo es posible que el gobierno de turno aplique el Plan Nacional de Regularización de Inmigrantes, si es el primeros en beneficiarse?
Por si lo quieren incluir en el Plan Estratégico por venir, el Movimiento Verde debe escoger un Comité Organizador que trace las pautas a seguir en los próximos meses y cambiar las marchas por actividades que toquen el corazón de la economía, a fin de no permitir que funcionarios sigan hurtando los recursos públicos.
Recursos estratégicos: 1) Promover a nivel internacional que los dominicanos no manden remesas hacia República Dominica, 2) Motivar a esos mismos ciudadanos que protestan a favor de la gobernabilidad, a no comprar combustibles durante dos días consecutivos, 3) No pagar los impuestos, 4) Por la complicidad de algunos empresarios, también corruptos, declarar un día sin trabajo en las empresas, 5) Exigirle al gobierno la regularización de los vendedores haitianos legales y que les cobre impuestos, al igual que a los dominicanos, 6) Exigirle al gobierno que los haitianos y habitantes ilegales de cualquier otra nacionalidad sean devueltos a sus países de origen, 7) Exigirle al gobierno que lleve a la cárcel a los traficantes de haitianos. Son mecanismos de presión que no desgastan el movimiento.
JPM