Alarmas y 911
El sonido de una alarma vehicular puede alcanzar los 120 decibeles y si no es apagada puede prolongarse por 30 segundos y luego volver a encenderse. Esta medida está muy por encima de los 45 decibeles que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para ruido externo a la hora de dormir.
El ruido es más perceptible en la noche, aunque en el día también es irritante, este sonido reiterativo llega a molestar en extremo perturbando el descanso y el sueño. Esta contaminación acústica que tiene una extraordinaria intensidad, asusta bruscamente y despierta por la noche, puede considerarse agresión con violencia.
Cuando en la madrugada suenan las alarmas se ve perjudicada la salud; el ruido genera insomnio, irritabilidad, agresividad, falta de concentración, depresión, ansiedad, dolor de cabeza, fatiga crónica…, viéndose afectada la calidad de vida en muchos sentidos: su salud (obvio), su trabajo, porque al no descansar no rendirá al cien por ciento e incluso podría perderlo, su familia, (irritabilidad, discusiones, etc.)
No obstante el tema de las alarmas no genera denuncia debido quizás a que de algún modo está vinculado con la seguridad.
Lo peor de todo es que por los excesivos celos de los propietarios la mayoría de las veces se enciende por accidente, debido a que han sido calibradas a muy alta sensibilidad y hasta el paso de un auto cercano puede activarlas.
En el país no se aplica un control por ruido producido específicamente por alarmas, utilizadas no solo en vehículos sino también en comercios y viviendas; no creo que se haya sancionado a nadie por el mal uso de ese dispositivo o por causar molestias a los vecinos debido a ese estridente e intenso ruido.
Como el ruido de las alarmas pese a las grandes molestias que generan no es denunciado, debe implementarse una campaña indicándole a la ciudadanía que tiene derecho a denunciarlo y poder dormir tranquila. Ahora lo pueden hacer a través del 911.
Cuando los dueños de vehículos con alarmas se enteren que pueden ser denunciados y castigados, al menos calibrarán mejor su dispositivo, con menos sensibilidad, serán más cuidadosos.
¿Tiene alguien el derecho de molestar a los demás con la excusa de proteger sus bienes, sin su consentimiento y provocándoles múltiples molestias?
Hoy en día, los más modernos dispositivos electrónicos están en el mercado; una vez detectan el intento de robo activan un sistema que envía una llamada o mensaje (SMS), o ambos, al celular del propietario avisando que le están intentando robar el carro, además algunos también envían la posición GPS del vehículo en caso que lo hayan movido.
Estas alarmas deben simplemente prohibirse, pues no se justifica molestar a los demás y menos si el dueño puede ser notificado usando los dispositivos mencionados, pero las alarmas siguen sonando. ¿Hasta cuándo?