“Alantismo”: fenómeno sociopolítico
Quizás cuando el inolvidable Dr. Francisco Carvajal Martínez (alias Bueyón, quien fuera antitrujillista, abogado -litigante y de defensor de presos políticos- y sociólogo empírico) acuñó la frase “Alantismo” no imaginó -en la década de los años 80-, que estaba anunciando o diagnosticando la irrupción de un nuevo fenómeno social que arroparía, en la era digital y redes sociales, toda la vida pública nacional, pues el fenómeno dejó, y hace rato, el sustrato social donde emergió –la lucha, primaria, de los de abajo, por la sobrevivencia- para hacerse práctica cotidiana en todas las clase sociales, profesiones y oficios. Pero, sin duda alguna, donde el fenómeno adquirió ciudadanía -de corpus “doctrinal”-histriónico- ha sido en la actividad política.
Sin embargo, y antes de seguir, tenemos que hacer dos menciones a dos figuras de nuestra farándula que hicieron posible, primero, la presencia del Dr. Francisco Carvajal Martínez (Bueyón) en los medios –más que nada en televisión y radio-: el extinto, don Guillermo Henríquez y Domingo Bautista, pues sin su atinada iniciativa de llevar a la gran audiencia el reconocido abogado –de verbo fácil, gráfico y coloquial-, la sociedad dominicana no tendría el referente ni mucho menos la descripción minuciosa, folklórica y exhaustiva con que Bueyón explicó el fenómeno y su génesis (el subdesarrollo socioeconómico, mental e institucional del país).
Y hoy, más que nunca, nuestra sociedad es una sociedad de “allante”, exhibicionismo; pero, sobre todo, de “Alantismo” en grado sumo, tal cual lo describió Bueyón Martínez. Y todavía peor: algunos de nuestros líderes -en todos los ámbitos de la vida nacional-, les dan cabida y aquiescencia al “Alantismo” como sinónimo de “éxito”, oportunismo individual y expresión de premiar al “allantoso”, en desmedró-desventaja del que, bajo perfil y sin bulla, se esmera, sacrifica y prepara. Éstos últimos, son los “ciudadanos de a pie” –o, como les llamó Uslar-Pietri, en aquella memorable marcha- que no se arrogan trabajo de otros, no exhiben títulos falsos, no asaltan escenarios, no viven exhibiéndose en redes sociales, ni son hijos de “papi y mami”; pero, si son ciudadanos que, como noveló García Márquez no tienen “…quien le escriba”.
Aunque pensándolo bien, y seguramente, con la Visita Sorpresa, el Presidente Danilo Medina si les está escribiendo a muchos de esos ciudadanos históricamente marginados y excluidos del centro de la gestión pública.
Pero, finalmente: ¿qué es el “Alantismo”? Ya el extinto Bueyón lo dijo, es, gráficamente, el motorista –político, “allantoso”, profesional, empresario, o de cualquier otra actividad- que siempre busca estar “alante” aunque encuentre la muerte. Y si hablamos en serio, el “Alantismo”, es un fenómeno político-sociocultural generalizado en la sociedad dominicana que hay que desterrar.
sp/am