Al occidente de la isla, donde se pone el olvido
Por JOSE SANCHEZ CASTILLO
Allí el Masacre es un río de callado cauce, las aguas del Dajabón desde la loma del pico de Gallo a la bahía de Manzanillo, 55 kms. de recorrido no alcazan para tanta historia. Fuente acuifera con destino compartido que el sufrimiento renombró, al noroeste del territorio de la isla, cuyo proceso social fragmentó. Hoy ha encontrado otro punto que agita su descenso, en un tramo previo a su entrega al Atlántico.
Curso de agua natural sometido por su carácter limítrofe, que el deshacer político alentó: de lo natural al manejo de una desafortunada lucha proselitista y oculto interés económico. Sus aguas corren nutridas de agitación, en matices y manchas propias de las sociedades de su entorno, bajo los intereses del momento
Historia, geopolítica y sociedad convierten un recurso natural a punto estratégico, con la importancia sustentada más allá del recurso. En la cuenca del Masacre se azuza un lecho, por los desafortunados agitadores del desdén, triunfadores de la mentira y el miedo, allí, actuales invocadores de la posverdad, ondean otras banderas a sus rebaños en ambas riveras.
Nuevas metáforas del Masacre se suceden, sin reconocer el caprichoso destino de su ruta, sin escuchar el correr de sus aguas, su fauna comprometida se precipita al llano que brinda la laguna de Saladillo, para agotarse allí. La patria, el territorio y la población demandan afrontar las realidades propias de su hidrología compartida, antes que nos arrope una crisis mayor que los manejos políticos y migratorios; la de la biodiversidad.
Tanto lo dicho en el ámbito global, que el medio ambiente no conoce de fronteras, imposible desde nuestra realidad subir los cristales para estar seguros. Se hace necesario una compensación al uso mutuo, al peso de cada población, sus distintos grupos sociales, pero con realidades claras por encima de egos infundados. Recursos, sociedad y economía demandan nuevos modelos de desarrollo; quedan nichos en la planificación fronteriza.
Donde se ha puesto el olvido, todo hecho puede ser desafortunado. El momento demanda acción urgente, de peso específico en compromisos diplomáticos, bajo una visión holística y equilibrada. A un lado revertir la falta de productividad, y al otro la preservación; sin los ruidos de las resonantes salmodias agitadas.
El liderazgo debe caminar a construir de esto una oportunidad para articular una cooperación territorial ejemplar en las relaciones de ambas naciones. Reinvindicar el Masacre, un nuevo fluir de sus aguas a la vida, comercio, salud y nueva gestión ambiental.
jpm-am
cantifladas no más, muchas palabrerias sin sentido.
escribeme con tu poetica y rebuscada verdad, tu realidad dominicana: invadidos, ocupados y repoblados por haitianos….escribelo bonito a ver como se siente….
una cruda verdad expuesta con un pincel poético.
un título poético para una cruda realidad, ojalá la poesía alcance para curar las heridas del masacre.
otro comunista traicionero y fusionista
cuanta fraseología para decir nada.
para el que no entiende lo que lee.