¡Ahora a corregir lo que está mal..!

 

 

No cabe dudas que el gobierno ha demostrado gran preocupación haciendo esfuerzos para solucionar algunos de los problemas que han afectado históricamente la nación, innovando en lo posible para elevar el nivel de vida de los dominicanos, y haciendo lo que nunca se había hecho en algunas áreas, negarlo es una mezquindad.

El gobierno ha actuado con un plan de mejora en la forma de vida de la gente y proyectando un mejor futuro para las familias dominicanas; se ha preocupado por la educación como nunca, por la vivienda de los más pobres y de clase media baja, como en la Barquita, Boca de Cachón, La Ciénaga y la Ciudad Juan Bosch. Ha centrado su acción en la gente, podemos decir que la gestión ha sido a escala humana, positiva e incluyente y ha actuado con mayor  dinamismo que otras administraciones anteriores.

El 9-1-1, que no discrimina clase social para dar sus servicios, ha puesto la vida y su preservación en el centro de las prioridades del gobierno, como un objetivo fundamental de la administración pública actual.

El Ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, ha demostrado una gran capacidad gerencial, mejorando los servicios en las redes viales, en todo el territorio nacional, no solo construyendo, sino dando mantenimiento y ofreciendo servicios al conductor dominicano y al turista como nunca se había hecho, esa es una realidad incuestionable.

En fin, son muchos los ejemplos de buena administración que podemos mencionar, y que en una cuartilla no cabe para destacar y valorar lo positivo del gobierno, hasta aquí vamos bien.

Pero por Dios ¿No será posible tomar el toro por los cuernos y corregir lo que está mal en materia de inseguridad ciudadana? ¿No será posible hacer un esfuerzo para sanear lo que está mal en la Policía Nacional, algunos de cuyos miembros asociados con el crimen lejos de ser parte de la solución, son parte del problema? ¿Vamos a permitir que se nos salga totalmente de las manos, esa policía degradada y corrupta?

Para muestra, les cuento que a mi hermano mayor lo atracaron en diciembre, lo golpearon y le quitaron los chelito de su regalía, y cuando llegó al destacamento policial, a poner la querella, los agentes presentes, por conocer el modus operandi del delincuente, le dijeron:

“Ah, eso fue el Mello, él es quien “trabaja” entre la Winston Churchill y los kilómetros”. Esto quiere decir, que los policías conocen al delincuente, que lo tienen debidamente identificado, pero no hacen nada, y si lo hacen algo, la podrida e inoperante Justica se encarga de que este en las calles en pocos días, gracias al garantismo de un Código Procesal Penal importado e inadecuado para la sociedad dominicana de hoy.

No podemos pretender seguir tapando el sol con un dedo, el incremento la delincuencia no es un asunto de percepción, es una realidad sufrida en cada barrio, en cada calle y en todos los sectores de la ciudad, gracias al mal llamado “Barrio Seguro”, lo que hizo fue extender el radio de acción de la delincuencia, antes confinada en algunos puntos, y que ahora esta diseminada en toda la ciudad y el territorio nacional.

Urge que se tomen medidas contundentes contra toda delincuencia, viéndolo como una prioridad, como el gobierno lo ha hecho con otros asuntos de interés nacional, como por ejemplo, con la energía eléctrica, que el gobierno se ha propuesto resolver y parece que lo hará. Porque la sociedad no puede percibir una resignación de parte del Estado sobre la inseguridad ciudadana. Tampoco inventando formular raras o discriminando perfiles ambrosianos para estigmatizar los delincuentes de abajo.

¿Acaso no es posible ver en que hemos fallado como sociedad para llegar a dónde estamos? Porque ya el miedo no es que te robren, el temor es a que te maten por banalidades como un insignificante teléfono celular, por citar un ejemplo. Si lleváramos estadísticas, seguro que supiéramos claramente de la gran cantidad de ciudadanos que han sido timados por los delincuentes. Porque la ola de delincuencia si existe. No es percepción.

Veamos, ¿Merece la ciudadanía que sea el Ministerio de Interior y Policía, sin el concurso de la sociedad civil y el sector empresarial, el ente que diseñe políticas públicas en materia de seguridad? ¿Tenemos resultados concretos de esas gestiones? ¿Debemos ser reactivos o preventivos para proteger a la ciudadanía de la delincuencia?

Particularmente creo que la reforma policial no puede ser parte del bla bla bla mediático que se rumea cada día, sin dar soluciones; esta debe concretarse, y hacerse realidad como respuesta a una delincuencia que no es ficción.

Se hace urgente identificar todas las variables que incrementan la delincuencia y afectan a a la ciudadanía, a todos los niveles, porque la de arriba, motiva e incentiva la de abajo.  Formemos una gran cruzada, sumemos voluntades, revisemos el Código Procesal Penal, hagamos la cacareada reforma policial, depuremos la Justica y la Policía, limpiemos la judicatura y castiguemos a los culpables, que todavía hay tiempo, aunque creo ya es impostergable, con esto ¡haremos patria!

jpm

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
2 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios
jose martinez
jose martinez
8 Años hace

Dime algo de los saqueo al estado, hacienda obras gigantes, escuelas sin planificacion, carreteras sin proporciones, caminos vecinales, languidecen por la visita de obras publica y su Ministro quien no sale de la ciudad inventando, elevados y pasos a desnivel, los cuales les dejan pingue beneficios…Hablale de eso al pueblo dominicano, dile que la OISOE es una alcancia del president, que las construcciones de escuelas dejan muchas comiciones, que las nominas y los excesivos salaries de los funcionarios, miembros del CP y del CC tambien son piezas de la corrupcion..

Manuel Espinal
Manuel Espinal
8 Años hace

Más payaso y me mato…