Agresiones al sistema electoral
La dinámica de la política post electoral está en manos de los perdedores señor Luis Abinader, PRM y aliados. Son ellos los que deciden cuando, como y si se sigue peleando. Del proceder de estos políticos perdedores inconformes, depende, en gran parte, la viabilidad, la estabilidad e incluso, el equilibrio democrático.
El método de los perdedores es poner en duda todo lo relacionado con las elecciónes: reglas electorales, existencia de fraude, inequidad competitiva. Abinader además de no aceptar su derrota, reacciona con una conducta antisistema, argumenta violaciones sistemáticas constantes durante todo el periodo pre electoral y no solamente violaciones específicas del día de las elecciones. De esta manera pretende polarizar a la sociedad, en el sentido de si hay o no fraude electoral, para tratar de ilegitimar al próximo gobierno de Danilo Medina.
El plan de cambiar de contrincante, Roberto Rosario en vez de Danilo Medina, fue concebido ante la certeza de una segura derrota electoral para Abinader y su PRM. Sabían que las encuestas eran correctas, veamos:
Greenberg -Diario Libre 60% a 37%; CID Gallup 63% a 31%; Mark Penn 65% a 31; Gallup-periódico Hoy 63% a 29%.
Esta crisis post electoral se viene gestando desde antes de los comicios, teniendo en cuenta la complejidad que envuelven unas elecciones en que se eligen simultáneamente presidente y vicepresidente, alcaldes, senadores, diputados y regidores, así como directores municipales. Emprendieron una campaña de descrédito contra la Junta Central Electoral y su presidente, y se opusieron, a última hora, al conteo electrónico, imponiendo el conteo manual, pero toda la logística de la JCE estaba preparada para el conteo electrónico, provocando un caos que ha demorado los resultados definitivos. Prepararon el escenario para ¨pescar en rio revuelto¨.
La sorpresiva renuncia de 3000 técnicos de los encargados de efectuar el conteo electrónico, es un evidente intento de sabotaje al proceso. Deben ser sometidos a la justicia tanto estos, como los autores intelectuales. No es una acusación a la oposición, pero sospecho que encaja perfectamente en su apuesta al fracaso de los pasados comicios.
Dentro de los pequeños partidos de la oposición (y el mismo Abinader), los hay que se manifiestan con alternativas caóticas que van más allá de una actitud democrática.
Al ser tan amplio el margen que da ganador a Danilo Medina, Abinader se ha concentrado en algunos casos municipales y congresionales.
Las quejas de la oposición, por el proceso de conteo de votos, ha degenerado en protestas en varias provincias del país, incluyendo la quema de algunas juntas electorales, principalmente la de Santo Domingo Norte. Denuncian lo que no se objetó en los colegios electorales. Sus delegados no impugnaron ninguna mesa electoral.
Con esta actitud puramente política se pone en entredicho a los organismos electorales que se han ido consolidando como instituciones confiables que garantizan la voluntad popular en las urnas y que incluso han sido tomados como ejemplo en algunos países de América Latina. No obstante estos avances, se deben evaluar a fondo los mecanismos utilizados para evitar actitudes irresponsables y comportamientos anti democráticos por parte de los políticos derrotados.
Luis Abinader y sus ¨pequeños¨ aliados, en la ejecución de su plan de hacer fracasar las elecciones han perdido la perspectiva, no ven la realidad de una derrota electoral con un margen que no da lugar a dudas. Dan la impresión que están fuera de sus cabales poniendo de manifiesto que no tienen el más mínimo sentido de lo que es una democracia.
Han hecho tortuoso el actual proceso electoral, viciado por el cambio de reglas por ellos impuesto, apostando al fracaso. Puede haber habido irregularidades pero jamás para que se hable de un fraude montado.
Luis Abinader y sus ¨pequeños¨ aliados andan por esos oscuros caminos, y con reclamo de hasta pedir la anulación de las elecciones, buscan desconocer la voluntad de una mayoría que otorgó casi el doble de los votos al presidente Danilo Medina sobre su más cercano contendor.
Los observadores nacionales e internacionales han avalado el proceso, hasta Participación Ciudadana, que es mucho decir, ha expresado que en el voto presidencial los resultados han sido expresión de la voluntad de los votantes, y que su equiparación entre conteo manual y electrónico presenta los mismos resultados. El triunfo de Danilo Medina, ha sido acogido como un hecho incontrovertible en el plano local e internacional.
Abinader y su grupo deben probar fehacientemente todos los oprobios vertidos contra Roberto Rosario, la J.C.E., y el sistema electoral dominicano o de lo contrario quedaran como saboteadores de la institución donde se soporta la democracia dominicana. Si no lo hacen con un discurso creíble, en las próximas elecciones perderán incluso votos que hoy los favorecieron.
JPM