ADP: Contrarrevolucionaria e irracional
Con preocupante sorpresa el pueblo observa y recrimina la actitud, totalmente, irracional y contraproducente de un sector de la ADP que pretende desconocer las legítimas designaciones de los Directores Regionales que, mediante procedimientos legales y transparentes, realizó el MINERD.
Con inusitada tozudez y prepotencia, algunos dirigentes de la ADP “declararon la guerra” al MINERD, llamaron a la violación del principio de autoridad, desconociendo los procedimientos democráticos y civilizados para dirimir diferencias e indujeron a los directores transferidos a otras funciones a levantar trincheras para resistirse a los cambios legítimos que está implementando la actual gerencia del MINERD.
Con la burda manipulación del magisterio y el manido chantaje de la “huelga como el primer y único método de lucha” la desfasada dirigencia de la ADP, otrora representante de mejores causas, ahora se levanta como el principal obstáculo a los inminentes avances que se visualizan como consecuencia directa de la Revolución Educativa que, acertadamente, viene implementando el gobierno del Presidente Danilo Medina.
Para esos dirigentes de la ADP, el 4% del PIB que se está invirtiendo en el sistema educativo preuniversitario solo debe ser destinado a los beneficios personales de los maestros. Para nada quieren reconocen y admitir que los beneficios que están recibiendo permite afirmar que “ser maestro ahora es mejor que nunca”.
Esos iracundos dirigentes se convierten en “sordos, ciegos y mudos” y se colocan de espalda ante los tangibles avances cuantitativos y cualitativos que está experimentando el sistema educativo preuniversitario de nuestro país, entre los que se destacan:
1) Construcción y equipamiento de cientos de nuevas escuelas en todo el territorio nacional. 2) Exitosa implementación de la tanda extendida en cientos de centros educativos. 3) Cuantiosos presupuestos destinados a la política de bienestar estudiantil mediante uniformes, útiles escolares, desayunos, meriendas, almuerzos, medicinas, etc. 4) Implementación de la inclusión social a favor de miles de niños y niñas de la primera infancia a través del INAIPI. 5) Miles de becas para estudiantes sobresalientes que aspiren realizar estudios universitarios de educación. 6) Ejecución del Plan Nacional de Alfabetización. Y 7) Capitalización del SEGMMA y consolidación del INABIMA.
Los aportes de la Revolución Educativa también se verifican a través de: 8) Programas de formación y capacitación continua que se implementan a través del INAFOCAM para mejorar la calidad docente del magisterio, 9) Beneficios económicos que están percibiendo miles de maestros como consecuencia de la evaluación del desempeño. 10) Ampliación, sin discriminación, de la matrícula estudiantil por encima de los dos millones. Y 11) Ejecución de un proyecto para convertir centros educativos en politécnicos en barrios vulnerables.
El pueblo está consciente de los efectos negativos de la actitud de la ADP, razón por la cual respalda los inobjetables productos de la Revolución Educativa así como otros importantes proyectos que se encuentran en agenda para su pronta ejecución.
La comunidad educativa nacional, la opinión pública del país y hasta una franja de los dirigentes sensatos y prudentes de la ADP respaldan el proceso democrático, legal, institucional y transparente que utilizó el MINERD para la selección y designación de los nuevos Directores Regionales que, siendo miembros del sistema educativo, demostraron en buena lid que son idóneos y están empoderados de la responsabilidad social que significa ser conductores eficaces de niños y jóvenes como partes del sistema educativo de esta época.
Si el sector dirigente de la ADP que propugna por “huelgas y más huelgas” sin medir las consecuencias para las familias de sus estudiantes, negando el “pan de la educación” en los centros educativos públicos, continúa negándose al diálogo democrático y a utilizar los procedimientos civilizados para dirimir las diferencias, entonces van a convertir a la ADP en una organización irracional, entelequia sindical y contrarrevolucionaria que la historia y el pueblo dominicano le pasarán facturas, en el momento menos esperado.
JPM