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Administración pública, clientelismo y meritocracia
Por: JESUS BATISTA SURIEL
La administración pública está sujeta en su actuación a los principios de eficacia, jerarquía, objetividad, igualdad, transparencia, economía, publicidad y coordinación, con sometimiento pleno al ordenamiento jurídico del Estado. Así lo establece el artículo 138.-de la Constitución de la República Dominicana, proclamada el 26 de enero del año 2010. La ley 41-08 y sus reglamentos establecen que el ejercicio de la función pública es un régimen de derecho público basado en el mérito y la profesionalización, para una gestión eficiente y el cumplimiento de las funciones esenciales del Estado.
Dicho estatuto determinará la prueba de ingreso, ascenso, evaluación del desempeño, permanencia y separación de funciones. En tanto, el ingreso a la función pública de carrera, como su ascenso dentro de ésta, debe basarse en el mérito personal del ciudadano, demostrando en concursos internos y externos, la evaluación de su desempeño y otros instrumentos de calificación, para de esta forma erradicar de la administración pública el clientelismo populismo.
La Administración Pública en República Dominicana tiene 59,500 servidores incorporados al sistema de carrera administrativa, y más de 500,000 empleados públicos, cuyo desempeño ha sido evaluado; así como la celebración de 1,783 concursos públicos, en los que han participado 5,397 aspirantes a incorporarse al tren gubernamental. 1,261 de ellos han sido seleccionados para ocupar puestos en entidades del Estado, según el Ministro de Administración Publica, Dr.Ventura Camejo. El Sistema de Administración de Servidores Públicos (SASP), tiene registrados más de 280 mil expedientes de empleados del gobierno.
El clientelismo populismo se ha convertido en un cáncer en la administración pública de República Dominicana, es difícil implementar la seleción del personal a través de la meritocracia en los diferentes ministerios, direcciones generales y demás estamento del Estado; no existe, por ende, lo que predomina son los vínculos que se tienen con los principales actores del sistema político, que son lo que te garantizan, en base a intercambios o favores, la ascendencia o no en un determinado cargo.
En la República Dominicana, el clientelismo es un fenómeno que penetra todas las entidades públicas. El modelo clientelista – populista funciona en base a que el político es un jefe, no un servidor, y es capaz de hacer cualquier cosa, incluso al margen de la ley, para dar favores. En una ocasión escuché decir a uno de los políticos que tienen el cerebro mejor amueblado de República Dominicana, el Lic.Pelegrín Castillo, la siguiente frase, cito: “No me de como un favor, lo que por derecho me pertenece’’.
El clientelismo necesita de la pobreza. No ataca la pobreza, la mantiene y la perpetúa. Es un entretenimiento ilimitado de la pobreza, requiere la pasividad, la burguesía y la interiorización del indigente. El clientelismo difunde marginalidad, la acrecienta y la aprovecha, este concepto fue introducido por Marx Engels en la obra conjunta La Ideología Alemana de 1845. El clientelismo político genera más pobreza, y como ósmosis, exclusión social, principalmente en las zonas de mayor vulnerabilidad y pobreza de República Dominicana.
Garantizar la profesionalización de las instituciones de la administración del Estado y aplicar modelos de gestión de la calidad, que impacten las estructuras organizativas y los procesos, para elevar los niveles de eficiencia de los servicios públicos, esta misión se ve permanentemente amenazada por el clientelismo populismo que predomina en las instituciones públicas. Justo es destacar el gran trabajo que está desarrollando el Ministerio de Administración Pública (MAP), el cual, si la clase política se lo permitiera, tendríamos excelentes avances en base a la meritocracia.
Pero, para lograr todo esto, necesitan desarrollar sistemas de trabajo que hagan las instituciones del Estado más fuertes, a través de la profesionalización de los servidores. Esperamos, que se respete y aplique la Ley de Función Pública, como una política de Estado, sólo de esta forma garantizamos que sin importar las autoridades que estén gestionando en un momento determinado el MAP, la profesionalización de la administración pública no se vea torpedeada por el tradicional sistema clientelista.
Justo es reconocer que, a pesar de nosotros tener instituciones débiles para la implementación de cualquier tipo de iniciativas, nos llena de satisfacción el éxito que ha tenido el MAP. Cabe resaltar la visión, compromiso y entrega que ha manifestado un funcionario que goza de credibilidad y confianza de los servidores públicos, con un alto sentido de responsabilidad en el manejo de la cosa pública, nos referimos al Dr. Ramón Ventura Camejo, un funcionario comprometido con la administración pública.
La Administración Pública en República Dominicana está dando pasos firme con el interés de poder tener servidores públicos que estén en condiciones de dar un servicio de calidad, eficiente y transparente, que todos podamos sentirnos orgullosos, arrancar de raíz, de una vez y para siempre el clientelismo populismo, y garantizar que nuestros servidores públicos sean elegidos a través de la meritocracia, teniendo como base su capacidad y formación profesional.