Acción descabellada e insolente del Colegio Médico Dominicano
La sociedad dominicana ha sido enterada de que los médicos residentes, han sido llamados por el presidente del Colegio Médico Dominicano, CMD, a paralizar los hospitales del país, demandando que la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, deje sin efecto un aporte que deben hacer para certificarlos como médicos especialistas.
Es preciso edificar a la sociedad sobre el particular, pues el manejo mediático que se le viene dando al caso está induciendo a pensar que la Universidad extorsiona a sus alumnos, lo cual dista mucho de la verdad.
La Universidad sirve educación en dos niveles: el grado y el post grado. El grado es la carrera básica que cursa el estudiante que viene del bachillerato y esta no tiene costo, pues el Estado la financia totalmente por vía de la UASD. Los estudios de post grado están dirigidos a profesionales en ejercicio que desean calificarse, actualizarse y en consecuencia cotizarse mejor en el mercado laboral.
El post grado por estar dirigido a profesionales graduados no es financiado por el Estado y en consecuencia es autogestionario, es decir, que los profesionales que cursan estudios de post grado deben realizar los aportes necesarios para cubrir los costos de los mismos. El aporte económico que hacen a la Universidad los estudiantes que optan por la carrera de medicina en cinco años, es en promedio de RD$2,000.00 por la totalidad de los créditos de la carrera completa.
A quienes se les está pidiendo estos aportes, no son estudiantes de grado, son profesionales de la medicina en ejercicio que han optado por realizar una especialidad de la medicina con el propósito de calificarse mejor y en consecuencia aumentar su valor en el mercado. A estos el Estado, por vía de la Universidad les financió de manera gratuita la carrera de medicina general, que es la que precisamente están ejerciendo en los hospitales públicos bajo contrato laboral con el Ministerio de Salud Pública, al tiempo que acumulan casos y experiencias para obtener de la Universidad el título que les acredite como especialistas de la medicina en la especialidad en que se están formando.
Como se puede apreciar en el caso de los médicos residentes se trata de profesionales en ejercicio, que ya se encuentran colocados en puestos de trabajo donde son remunerados. Con la especialidad buscan mejorar su calificación profesional que les permitirá obtener mejores ingresos con su ejercicio futuro. Si comparamos el aporte que les pide la UASD, (6,000.00 pesos al año) con el que hacen sus homólogos de las demás universidades nacionales, tendríamos que aceptar que lo que les pide la UASD es una ridiculez.
La actitud del Colegio Médico Dominicano, puede ser un ejercicio de solidaridad equivocada, que busca obtener popularidad de sus directivos en ese sector votante dentro CMD, pero es un acto de incoherencia institucional del gremio médico, debido a que ellos, nunca han protestado por los cobros que hacen las demás universidades del país a sus médicos residentes y a esos dependiendo de la universidad les cobran 72,000 mil pesos anuales o más , por certificarles las residencias médicas. ¿O acaso, esos no son miembros del Colegio Médico Dominicano?
De aceptar como legitimo el llamado a huelga en los hospitales públicos en protesta por una revisión de tarifas en la universidad donde se estudia, podría estar gestando un mal precedente para la sociedad dominicana. Si a los médicos residentes se les permite paralizar a salud pública, que es su lugar de trabajo y donde tienen un compromiso laboral por el que reciben un sueldo, bajo el alegato de que la academia donde estudian les ha impuesto un tributo o les han aumentado un servicio, entonces todos los sectores tendrían derecho a extrapolar sus frustraciones al lugar de trabajo.
¿Ustedes se imaginan a los policías en huelga porque les subieron la luz o el pasaje? ¿O a los maestros paralizando la educación pública porque les subieron la gasolina? Es como para reflexionar un poco sobre lo absurdo del planteamiento.
El presidente del Colegio Médico es profesor de la primada y conoce con exactitud las precariedades en que se desenvuelve dicha academia y sabe que el aporte que se les pide a los médicos pasantes es insignificante frente a los costos que tiene esa institución. Cualquiera se resiste a creer que se esté usando el prestigio del Colegio Médico Dominicano para presionar a rivales académicos a lo interno de la UASD y que de paso se esté dañando a la población más vulnerable, que es la que acude a los hospitales públicos y que además ha financiado las carreras de esos mismos médicos..
Si el Colegio Médico Dominicano, su presidente o cualquiera de los que se sienten afectados con la medida la considera ilegal, pueden hacer uso del derecho y demandar su anulación ante la corte competente; pero eso de paralizar los hospitales porque la Universidad aplico tal o cual medida es una acción descabellada, insolente y carente de razón.