Abinader y la segunda ola de reformas del siglo XXI
Las gestiones gubernamentales del antiguo PRD se caracterizaron por no haber tenido el valor de impulsar importantes reformas económicas, sociales y políticas, muy a pesar de que desde la oposición prometieron que harían transformaciones estructurales cuando llegaran al poder.
Aunque hay que reconocer que a su llegada al poder en el 1978 se tomaron algunas medidas y decisiones políticas como fue el regreso de los exiliados, la libertad de organización y de expresión, pero no se transformó el sistema político ni jurídico a los fines de fortalecer el estado de derecho y la institucionalidad.
El Partido Reformista por su parte, con el Dr. Balaguer a la cabeza, fue muy conservador y anti-reforma, siendo las leyes agrarias y la legalización de la actividad comunista las únicas reformas importantes realizadas durante los 12 años de gobiernos del 1966 al 1978.
El PLD nació como una organización revolucionaria que planteó la revolución de liberación nacional en el contexto de la guerra fría, pero una vez finalizado este período regresó a la lucha democrática y electoral como forma de llegar al gobierno y de gobernar.
A su llegada al poder el PLD se convirtió en el verdadero Partido Reformista Dominicano planteando la modernización del estado y del gobierno. Las gestiones del Dr. Leonel Fernández fueron las más fructíferas en términos de reformas económicas, sociales y políticas desde la fundación de la república en el 1844.
Además de las reformas económicas, sociales y políticas los gobiernos del Dr. Leonel Fernández se caracterizaron por hacer grandes obras de infraestructuras que permitieron la llegada de grandes inversiones extranjeras, que a su vez generaron centenares de miles de empleos necesarios para reducir la marginalidad y la pobreza.
Ahora llega al poder el PRM, antiguo PRD, pero con Luis Abinader a la cabeza como presidente de la república y da inicio a una nueva etapa caracterizada por la transparencia y la persecución de la corrupción, así como el fortalecimiento de la institucionalidad.
Hemos de esperar que esta nueva ola de reformas anunciadas por el presidente Abinader en su más reciente discurso consolide y complete el estado moderno y de derecho iniciado por el Dr. Leonel Fernández en el 1996.
Estas reformas deben incluir una nueva reforma constitucional en la que se incluyan importantes figuras que garanticen que la república dominicana pueda seguir caminando por el camino del desarrollo en un ámbito de democracia, libertad y justicia.
Bienvenida sea la segunda ola de reformas sociales, económicas y políticas que se llevará a cabo en lo que va del actual siglo XXI, pero esta vez encabezadas por un nuevo presidente y por un nuevo partido que al parecer ha decidido dejar un legado superior y diferente al de su ancestro político, el PRD.
JPM