Abinader, lucha anticorrupción y conflictos de intereses
Independientemente de lo que la gente, los agitadores de opinión digan y aúpen sobre meter preso a los ex funcionarios del PLD, la lucha anticorrupción, el fortalecimiento de la ética y la integridad en la administración pública nacional, está sujeta no solo al show mediático.
Conlleva el elaborar programas de prevención de la corrupción y de promoción de la transparencia en la gestión pública, controlar y publicar las declaraciones juradas de los funcionarios obligados y evaluar las situaciones que pudieran constituir enriquecimiento ilícito o conflictos de intereses en el ejercicio de la función pública
También formular denuncias penales cuando se detectan delitos contra la Administración Pública, asumir el rol de querellante en las causas penales; procurar detectar dinero y bienes producto de la corrupción y solicitar a los jueces medidas para lograr su recuperación.
El proceso es largo y difícil, mas no imposible.
Desde que asumió, el presidente Luis Abinader ha encarado la transparencia y la lucha contra la corrupción como una política de Estado.
Parece ser una prioridad de la gestión de Luis Abinader, que es la plataforma del combate a la pobreza, el crecimiento inclusivo y el aumento de la confianza.
Pero ese camino se opaca si solo se procesa a los ex funcionarios de Danilo Medina, a sus familiares ligado o imputado en actos de corrupción, porque el PLD gobernó 20 años, tres periodos le tocaron al ex presidente Leonel Fernández, con casos sonados de corrupción pública que han hecho historia.
Fue en la Era del PLD, donde Leonel Fernández dio comienzo a la depredadora privatización de los bienes públicos, los recursos obtenidos por su venta jamás representaron beneficio a la población en educación, salud, vivienda y empleo y sin embargo se formaron los primeros grandes capitales a la sombra del saqueo.
No es ético ni transparente solo perseguir a Danilo Medina, se vuelve político y selectivo, la Era del PLD debe ser investigada íntegramente y los culpables de actos de corrupción que paguen ante la ley sus actos desdeñables.
Porque actos de corrupción los hubo, solo con una radiografía visual nos damos cuenta.
Solo así será posible la construcción de la confianza en las instituciones, el descenso en la percepción de corrupción y el consenso sobre la necesidad de construir un Estado basado en la integridad y la transparencia.
Quien no sabe que el aumento de la confianza pública tiene un fuerte impacto en la atracción de inversiones, la generación de nuevos empleos y el pago de impuestos.
Pero, para lograrlo se necesita una lucha integrar, sin privilegios ni ocultamiento, ni protección que aumente la confianza de los ciudadanos en la gestión, las políticas y los decisores públicos.
Para eliminar la corrupción del Estado no alcanza con no ser corrupto.
Es necesario crear una arquitectura institucional, basada en la integridad y la transparencia, que reduzca al mínimo las oportunidades de corrupción y prevea mecanismos para que los futuros actos de corrupción, si ocurrieran, sean descubiertos, denunciados y juzgados rápidamente.
El Gobierno debe promover una agenda de reformas necesaria, urgente e integral.
Que involucre la sanción de las leyes de Acceso a la Información, Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas y del Arrepentido para los Casos de Corrupción, asi como la prevención de conflictos de intereses para resguardar la integridad de las decisiones públicas tomadas por los funcionarios, el fortalecimiento de los organismos de control (como la Oficina Anticorrupción), la aplicación de la Ley de Acceso a la Información Pública y la recuperación del sistema de estadísticas públicas.
Además, la implementación de sistemas electrónicos para las contrataciones públicas que permitiría un aumento de la competencia y una baja en los precios, crear los lineamientos de buen gobierno en las empresas públicas y lanzar la política de Gobierno Abierto de publicación de información pública.
Igual es fundamental que se empiece a crear una cultura de transparencia entre autoridades y ciudadanos que comience por la propia educación de los ciudadanos, de forma que tanto en las escuelas como en las familias se les vaya inculcando la cultura de la transparencia, de la integridad y de la negatividad social de la corrupción.
No es solo algarabía y meter preso y hacer campaña de denuestos y agraviar en las redes sociales contra los señalados, aun no condenados, por actos de corrupción.
No es solo meter presos a un grupo de políticos de una parcela, no, todos sabemos que existe una complicidad entre políticos y empresarios que se intercambian entre sí los roles de Gobierno y Empresa para el saqueo del País.
Y todos sabemos que ahí está la deuda pública, empresas fantasmas, fideicomisos, doble facturación, venta o apropiación de bienes nacionales, excesivo gasto público, condonación y evasión de impuestos, asignación de obras sin licitación y lavado de dinero, entre otras.
El pueblo espera que se así, y que no solo se quede en un asunto político, de complicidades para acabar con un partido o líder político.
El tiempo no dirá si o no, si seguirá la acción de ser político para transformarse en empresario y ser dirigente empresarial para convertirse en político.
Ojalá que no…
tranquilo bocina , que no tienen derecho a opinar
y tambien a miguel ****s maldonado y sus complises como tu que se te fue el galon que recibias de cheque.