Abinader a tiempo para corregir el rumbo
Pero, ¡Que va! Las mieles del poder empalagan, muchos quedan obnubilados y ejercen una pésima gestión. En vez de convertirse en eficientes colaboradores, que facilitan el trabajo del presidente, se dedican a disfrutar de los beneficios, que ofrece la posición.
Entonces, vemos a un primer mandatario cargando solo, con todo el peso de su administración. El exceso de trabajo, lo lleva a cometer errores.
Cuando el ministro olvida que ocupa la posición gracias al trabajo de las bases y en vez de escoger primero a los compañeros del partido, que puedan cumplir funciones. Por el contrario, llena la institución de gente, que ni siquiera participó en política, el desencanto se convierte en un arma, que se volverá en su contra.
Ningún presidente logra reelegirse sin un equipo eficiente, ni el apoyo de las bases y la de los aliados.
¿Quién va a salir para buscar votos, después de haber trabajado sin obtener ninguna remuneración? ¿A quién va a convencer un líder que en su gobierno no ha conseguido nada para él, ni sus seguidores?
Atajar para que otro enlace pasó a la historia. No aprendieron que el PLD se mantuvo veinte años en el poder porque cumplía con las bases y los aliados.
Tampoco aprendieron de Balaguer, que nunca hablaba de reelección hasta que llegaba el último momento. Fue un error garrafal hacerlo con tanto tiempo de antelación. Pues, le mostró a la oposición dónde debían concentrar el ataque. Además, despertó los demonios divisionistas internos, la causa principal que mantuvo al PRD fuera del poder, a pesar de haber sido el partido mayoritario.
Siguiendo con la cadena de errores, no bien retroceden del fideicomiso de Punta Catalina, apaciguando las agitadas aguas por el repudio generalizado. Sin pensarlo dos veces el director de Migración en el mes de la Patria, sorprendió con el anuncio de carnetizar a los haitianos, provocando otro rotundo rechazo.
Tantas inconsistencias le restan eficacia al gobierno y por consiguiente van en contra de su reelección.
Por otro lado, la amenaza de guerra mundial ha disparado los precios de los combustibles incidiendo directamente sobre el aumento de los productos básicos. Pero, los que están hambrientos y sumidos en la miseria, no entienden causas, solo culpan al gobierno por no saber manejar la situación.
Salir airoso de esta hecatombe global, requiere de un estricto plan austeridad, que debió comenzar por la rebaja de los más altos salarios, que violan la ley. Seguido por la eliminación de los subsidios a los combustibles a las empresas más acaudaladas, como la Barrick Gold, Falconbridge, Central Romana, Punta Cana, Casa de Campo, empresas de zona franca, eléctricas, cementeras, entre otras.
¿Cómo puede un gobierno lograr su reelección, tomando medidas impopulares, que luego tiene que dar marcha atrás? Los pueblos eligen a sus mejores hombres y mujeres, para que los guíen por un camino de bienestar. Cuando fallan los expulsan del poder. Todo buen estadista debe actuar con coraje y firmeza.
Dar un paso hacia delante y otro hacia atrás, lanza un mensaje equivocado, que es aprovechado por la oposición. Es lo que ha envalentonado al ex presidente Medina, a salir del closet para movilizar sus tropas, con sus bocinas copando los medios gritando: “No saben gobernar, con el PLD el pueblo estaba mejor”.
Nadie puede estar bien con los opresores y los oprimidos al mismo tiempo. Incrementar la calidad de vida de los de abajo, requiere algún sacrificio de los de arriba, cuando estos se niegan, provocan las grandes revueltas que barren con todo. Nadie gana y todos perdemos.
El presidente Abinader está a tiempo para corregir el rumbo y lograr su reelección para continuar impulsando los cambios que todos anhelamos. Pero, tendrá que enfrentar la voracidad empresarial
jpm-am
excelente artí**** de opinión, si abinader quiere reelegirse debería prestarle atención…
el mejor arti**** que he leído en todo el año. no tiene desperdicios. felicitaciones!