A que se llamó la Ilustración (5 de 10)

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EL AUTOR es abogado y profesor universitario. Reside en Santo Domingo.

Es, por lo tanto, una corriente antropocéntrica-Pope diría que “el estudio propio del género humano es el hombre”-, llena de un certeza activa frente al futuro, porque cree en el avance alcanzado a través de la conciencia, en la contingencia de establecer la felicidad en la Tierra y de perfeccionar a los hombres, de por sí buenos.

En este sentido es una corriente apasionada, fundada no en un frío racionalismo, sino persuadido de que el sentimentalismo, como capacidad para la conmoción, es una potenciadora del conocimiento, si viene gobernada por la práctica: “a medida que el espíritu logra más disputas, el corazón obtiene más pasión,”, se lee en L’Encyclopédie.

Al  mismo tiempo, la Ilustración, modo de tendencia de una riqueza de reciprocidad fundada en la estipulación comercial, tiene como semblantes individuales la independencia, el igualitarismo formal, el universalismo iusnaturalista, la paciencia y el fundamento de la libertad.

En la segunda mitad del siglo XVIII, a pesar de que más del 70% de los europeos eran analfabetas, la intelectualidad y los conjuntos sociales más notables manifestaron el papel que podría redimir la razón, profundamente fusionada a las leyes llanas y naturales, en la innovación y mejora de todas las cataduras de la vida humana.

Para colegir totalmente el fenómeno de la Ilustración hay que aglutinar  sus orígenes de iluminación principales: la filosofía del sabio Descartes-  fundada en la duda metódica para aceptar solo las crudezas claras y evidentes-y la revolución científica de Isaac Newton, apuntalada en  naturales leyes corrientes de tipo físico

Los iluminados especulaba que estas leyes podían ser manifiestas por el método cartesiano y aprovechadas infinitamente al gobierno y deseos de formarse y de instruir lo asimilado, siendo esencial la labor floreciente por Diderot y D’Alembert cuando anunciaron la Encyclopédie razonada de las ciencias y las Artes.

Entre 1751 y 1765, iluminada por los elementos laicos y materialistas de la burguesía francesa y perfeccionada en 1764 con el crítico Dictionnaire philosophique de Voltaire,  la obra Ensayo de John Locke es uno de los precursores. Como peculiaridad usual hay que marcar una sorprendente fe en el adelanto y en las contingencias de los hombres y mujeres para someter y transformar el mundo.

Los Ilustrados glorificaron la capacidad de la razón laica para revelar las leyes naturales y la tomaron como meta en sus exámenes e investigaciones científicas. Preservaban la posesión de una serie de derechos naturales inviolables, así como el reformismo frente al abuso de poder del absolutismo y la rigidez de la sociedad estamental del Antiguo Régimen.

Fue obligatoriamente el fracaso de este reformismo el que convirtió a la Ilustración en liberalismo al estallar la Revolución francesa. Criticó la intransigencia en el factor de religión, las conveniencias religiosas habituales y al Dios castigador de la biblia, y refutó todo credo que no estuviera basado en una idea naturalista de la religión.

Esos planteamientos, relacionados íntimamente con las aspiraciones y valores laicos y materialistas de la burguesía ascendente, penetraron en otras capas sociales potenciación un ánimo crítico hacia el sistema económico, social y político establecido por los estamentos nobiliario y clerical que culminó en la Revolución francesa.

Antropocentrismo: Hay un distinto Renacimiento en que todo rueda   alrededor del  ser humano y en específico en torno a su razón material e impresionable de carácter aún más acentuada que en el siglo XVI, aunque el papel que en aquel tiempo personificó Italia lo descarga esta vez Francia.

La fe se muda de Dios al hombre: hay confianza y optimismo en lo que este puede hacer, y se piensa en que el progreso (nace en este siglo la palabra) humano es continuo e indefinido, (Condorcet escribe su Cuatro de los progresos del espíritu Humano) y los autores modernos son mejores que los antiguos y los pueden perfeccionar. Se enunció la filosofía del optimismo (Leibniz) frente al pesimismo característico de la Edad Media y el Barroco.

La colectividad se seculariza y la noticia de Dios y la religión comienza a perder, ya definitivo (como había principiado a mediados del siglo XVII con la Paz de Westfalia), la calidad que en todos las disposiciones había tenido hasta en el momento; se despliega una cultura únicamente laica e inclusive antirreligiosa y anticlerical.

Comienzan a prescribir las expresiones más dúctiles de espiritualismo: nihilismo libertario (Casanova, Pierre Choderlos de Laclos), Masonería, deísmo (Voltaire), agnosticismo: inclusive se enuncian ya manifiestamente las propuestas del ateísmo (Pierre Bayle, Bruch Spinoza, Paul Henri Dietrich) y el libertinismo, expuesto por algunos personajes de novela inmorales de la época (Marqués de Sade, etc.).

jpm-am

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ASURBABIPAL
ASURBABIPAL
8 meses hace

con la impronta de la ideologia de genero luego de la derrota de las lucha de clases del marxismo .la emocion vence a la razon ya que la verdad se relativiza se sustituye el antropocentrismo por el estructuralismo.»uno no vive la vida la vida nos vive a nosotros»