A pesar casos brutalidad, NY apoya a su Policía
NUEVA YORK.- A pesar de casos de discriminación racial y brutalidad, los neoyorquinos respaldan la labor de sus policías.
«Tienen respaldo político, porque el trabajo que hacen es importante. Son una fuerza diversa. Un tercio de los agentes son latinos y más del 60 por ciento no son blancos, y usualmente son más populares que los políticos», explica a REFORMA Eugene O’Donnell, un antiguo policía y profesor del Colegio de Justicia Penal John Jay.
En la actualidad, esta fuerza policiaca es la más grande de Estados Unidos, con unos 35 mil uniformados.
Nueva York es una de las ciudades más seguras del país y el crimen violento ha caído a mínimos históricos.
Estos hombres y mujeres de azul lograron desterrar la ola de crimen que azotó la ciudad a finales de los años 80 y principios de los 90, además de luchar contra la amenaza terrorista tras los ataques del 11-S.
«Respeto el trabajo que hacen, aunque hay prejuicios y falta de respeto hacia algunas minorías. Hay muchos agentes buenos y algunos malos que le dan una mala reputación a la Policía», comenta Kassandra Thomas, una afroamericana de 21 años.
«Uno aprende a darles cierto margen. No me molestan. Trabajan muy duro y cada vez que he tenido contacto con ellos ha sido agradable, aunque no me gustan prácticas como la detención y el cacheo», agrega Jonathan Baker, un blanco de 43 años.
A finales de 2014, un 54 por ciento de los neoyorquinos dijo aprobar la labor de la Policía, según la Universidad Quinnipiac.
Entre los blancos, que representan cerca de la mitad de la población de la ciudad, el respaldo sube al 73 por ciento; entre los afroamericanos, un cuarto de la población, cae al 35 por ciento.
«En primer lugar, los policías mantienen la ley y el orden», explica Mickey Carroll, uno de los especialistas a cargo de los sondeos de la Universidad Quinnipiac.
«La Policía, particularmente en Nueva York, ha sido tradicionalmente popular porque protege a sus ciudadanos. No es sorpresivo. Los policías y el Comisionado siempre han sido los oficiales más populares de la ciudad», agrega.
El Alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, hizo campaña en contra de los abusos de la Policía y llegó con un mensaje de reforma.
Pero al colocar al Comisionado de la Policía, William Bratton, al frente del Departamento, la intención del demócrata fue más hacer ajustes que giros bruscos.
Durante 2014, las protestas contra la discriminación racial y brutalidad policial se recrudecieron tras las muertes de afroamericanos a manos de policías blancos, como Eric Garner, quien murió tras ser sometido con una llave al cuello por un oficial.
El Alcalde y las fuerzas de seguridad han comenzado a dejar atrás la crisis generada por esos casos gracias al trabajo de Bratton.
Bratton también terminó por convertirse en el garante del control de los uniformados en medio de las tensiones entre De Blasio y los policías luego de que algunos de éstos acusaron que el Alcalde no les daba suficiente apoyo.
Hoy, los neoyorquinos respaldan más a sus policías que a otras fuerzas de seguridad del país.
«Al menos que haya una confrontación personal, la gente se inclina a favor de lo que hace el Departamento de Policía. Los policías hacen su trabajo, y a la gente le gusta el trabajo que hacen», concluye Carroll.
Fuente: LA RAZON
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