Pepito, el padre de  Trujillo, fue sepultado en la Catedral

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

José Trujillo Valdez (Pepito), el padre del dictador Rafael L. Trujillo, estuvo sepultado en la Catedral  Primada de América, previa autorización expresa del Vaticano, canalizada a través del arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Ricardo Pittini, corifeo del régimen de turno.  Pepito falleció el 10 de junio del año 1935,  hace 83 años.   Las honras fúnebres de Pepito fueron similares a las que se tributan a los hombres de categoría de héroes.   El padre de los  Trujillo  carecía de condiciones para merecer tan singular distinción póstuma.

El sepelio fue un acontecimiento que se caracterizó por la presencia  de funcionarios civiles y militares, gobernadores, síndicos, empleados públicos, alcaldes pedáneos, grupos de estudiantes de todo el país y delegaciones  de los mas remotos lugares. Carruajes tirados por briosos y esplendidos caballos llevaban cientos de coronas, mientras circulaban a todo lo largo de la calle el Conde hasta llegar a la catedral, frente al parque Colón.

Próximo a la sepultura de Pepito Trujillo estaban, nada más ni nada menos, que los restos de los Padres de la Patria: Duarte, Sánchez y Mella, así como las cenizas de Cristóbal Colón. Tiempos después los restos de los patriotas fueron trasladados al Altar de la Patria.

El panegírico lo pronunció  el vicepresidente de la República, Lic. Jacinto B. Peynado, quien entre otras cosas laudatorias proclamó ante el féretro: “JAMAS DESPOJOS TAN ILUSTRES HAN PASADO BAJO LAS ARCADAS DE ESTE TEMPLO PARA RECIBIR CRISTIANA SEPULTURA” Y a propósito del sepelio del padre de los Trujillo, quien fuera diputado postizo al Congreso Nacional, se hicieron decenas de comentarios e historietas que relatan el comportamiento indelicado del “prócer fallecido, antes de la llegada de su hijo al poder”.

Mientras seguían el cortejo fúnebre, varios amigos empleados del gobierno, celebraron discretamente la ocurrencia de uno de ellos, que en tono bajo dijo: “En la Catedral están instalando un sistema de seguridad con alarmas eléctricas automáticas para proteger el tesoro de la Catedral, que consiste en piedras preciosas, cálices de oro, collares de perlas, crucifijos de oro y prendas, que son muy cuantiosas”. Se refería, obviamente,  este pintoresco y ocurrente ciudadano a la llegada del nuevo “inquilino” a la Primada de América).

(chichidejesusreyes@gmail.com)

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