Legisladores y otras personas rechazan pedido renuncia
SANTO DOMINGO.- Ha provocado una cadena de rechazos el pedido de renuncia que un grupo de personas hizo al presidente Danilo Medina en un documento público, como salida a la crisis política en que, a su juicio, se encuentra la República Dominicana.
Los mismos han provenido de los senadores Rafael Calderón y Rubén Darío Cruz, los diputados Elpidio Báez, Radhamés Camacho, Miriam Cabral y Manuel Sánchez Suazo (Alexis), quienes son todos peledeístas, así como del activista social Rafael Guillén, el dirigente de la Fuerza Boschista, Luis de León y el dirigente reformista Modesto Guzmán.
Calderón, de la provincia de Azua, dijo que es improcedente exigir la salida del poder de Medina, quien ha dado señales claras de que está en contra de la corrupción y la impunidad.
Cruz, de Hato Mayor, dijo que recientes encuestas dicen que el caso Odebrecht no afecta al PLD ni al presidente Medina “quien ha dicho que no recibió recursos de Odebrecht para su campaña”.
Báez, del Distrito Nacional, recordó que el presidente Medina ganó las últimas elecciones presidenciales con el 62 por ciento de los votos,
Camacho dijo que quienes hicieron el pedido lo que deben hacer es ponerse la chaqueta de los partidos a los que pertenecen.
Cabral considera exagerada esta petición y dice que es una forma de buscar cámara y portadas en los periódicos.
Manuel Sánchez Suazo (Alexis), de San Cristóbal, consideró que esa solicitud «es parte de la desesperación en que viven algunas personas cuyo su mensaje no pudo calar en el corazón de la població» durante el reciente proceso electoral.
Rafael Guillén, dirigente de Paz Dominicana, dijo que pedir la renuncia del gobernante es contraproducente al deseo de las marchas de que se castigue la corrupción.
Luis de León, coordinador de la Fuerza Boschista, exhortó al pueblo y al PLD a rechazar la solicitud “aventurera de renuncia del presidente Danilo Medina y de anarquizar el país”.
Modesto Guzmán dijo que el documento que pide la renuncia del Presidente atenta contra el estado democrático y de derecho. A su juicio, el mismo escapa de toda lógica y “nos retrotrae a épocas que ya superadas con un sistema electoral fuerte, donde prima la voluntad popular y no los intereses particulares”.